miércoles, 24 de julio de 2019

La narrativa en videojuegos (1)

El guion y el conflicto narrativo


El guion

En mi opinión, el mejor sitio para comenzar a aprender cómo debemos contar una historia es el guion y dentro de este apartado, lo mejor es fijarnos en los grandes guionistas del cine. Hay que tener claro que el cine y los videojuegos siguen las mismas normas, con esto quiero decir que ambos usan el mismo lenguaje audiovisual, al fin y al cabo, podríamos llegar a decir que un videojuego es una especie de película en la que controlamos al protagonista.

Para entender lo que es un guion, vamos a comenzar por su definición, según la RAE:

  1.  Escrito en que breve y ordenadamente se han apuntado algunas ideas o cosas con objeto de que sirva de guía para determinado fin.
  2. Texto en que se exponecon los detalles necesarios para su realizaciónel contenido de un filme o de un programa de radio televisión.

Y es que efectivamente, el guion es el origen de nuestra historia, no tiene sentido ponernos a imaginar cómo sería la vida en un lejano planeta si no tenemos antes una historia que nos obligue a estar en ese planeta

Una vez entendido esto, vamos a ver los pasos que debemos dar para escribir un guion correctamente. Lo primero que hay que saber, al igual que en el game design, es que no existe una receta mágica sobre cómo crear historias maravillosas. Cuando vamos a comenzar a escribir nuestro relato a todos nos pasa lo mismo, en nuestra cabeza aparecen un montón de ideas sin ningún tipo de orden y es que ningún guion surge de la nada por inspiración divina. Un guion es el resultado de expresar un cúmulo de experiencias y pensamientos que sufre el autor a lo largo de su vida. Es un texto que se forja tras numerosas iteraciones hasta que llega a condensarse en el papel, es algo así como un Lego que el creador construye con sus propias vivencias. Por esto mismo, a veces viene bien retirarse a algún refugio personal donde nuestros pensamientos fluyan con calma. Por ejemplo, yo suelo ir a una finca en el campo que tienen mis padres o a un apartamento en la costa donde pasaba los veranos durante mi infancia, de este modo me resulta más fácil volver a vivir situaciones que me pueden servir como inspiración para crear relatos. 

Escribir un guion para un videojuego, al igual que para el cine, tiene diversos aspectos a tener en cuenta. Uno de ellos es todo lo que contamos cobra más fuerza gracias al entorno en el que se cuenta, ya que al tratarse de un medio audiovisual, el espectador puede ver por sí mismo lo que le rodea (a diferencia de en una novela). Otro elemento que debemos cuidar, quizá más en videojuegos que en el cine, es la abundancia de diálogos, los cuales ralentizan la acción, consiguiendo que el jugador/espectador pierda interés (esto se agrava en los videojuegos, ya que durante los diálogos se priva al usuario del control de su avatar). Uno de los grandes problemas que tienen los desarrolladores hoy en día es conseguir que el jugador no se salte los tutoriales por ser demasiado densos (hay que tener en cuenta, que suelen encontrarse al principio del juego, justo cuando más ansia tiene el jugador de interactuar por sí mismo).

Un buen método para ver si nuestro guion es demasiado descriptivo es comprobar si la historia se entiende leyendo solo los diálogos. Si esto es así, no estaremos aprovechando todo el poder visual que tiene la representación de nuestro universo. En definitiva, tenemos que tener en cuenta que nuestro guion recoge información gráfica que nos debe servir como guía para expresar imágenes en una pantalla. 



El conflicto



Cuando nos enfrentamos al reto de escribir un guion es vital poner en orden todas nuestras ideas para concretarlas en una única y completa. Con este primer paso se inicia un proceso creativo que discurrirá por 6 etapas:

  1. Idea
  2. Paradigma
  3. Escaleta
  4. Sinopsis
  5. Tratamiento
  6. Guion literario

Es importante crear primero la estructura de la historia (la diégesis) y luego narrarla (hacer el guion). Para comenzar a construir nuestra historia es necesario partir de la esencia del drama (el conflicto). Todas las estructuras que componen el guion proceden de un conflicto dramático distinto. No basta con una simple idea para crear un guion, es necesario distinguir todos los conflictos que hay en la historia y que darán lugar a las estructuras que haya en el guion.

La palabra "conflicto" quiere decir enfrentamiento, esto es, disponer como mínimo de dos elementos que se opongan el uno al otro. Un conflicto puede ser cualquier cosa (una duda, una batalla, un sentimiento, un obstáculo...). Nunca hay que subestimar el conflicto, ya que se halla en el núcleo de toda historia.

El conflicto dramático se estructura en principio, medio y final, lo cual convierte al conflicto en un problema que hay que resolver. Las consecuencias derivadas de este problema ayudan a crear un nudo complejo a la vez que a narrar la historia. 

Cuando vamos a comenzar a escribir nuestro guion es útil reflexionar sobre el argumento y los personajes, pero también debemos pensar en cómo y dónde construimos los conflictos, para lo cual, no existe una respuesta definitiva. Hay que tener en cuenta que un guion no es una única historia, si no más bien, un texto donde coinciden varias historias que se desarrollan en paralelo, interfieren entre sí y se enredan reforzándose o reemplazándose unas a otras. Por esto, es importante crear un conflicto por cada historia que haya en el guion.

Una correcta estructura narrativa estaría formada por :  inicio (en armonía), detonante, pérdida de la armonía inicial, nudo del conflicto, desarrollo y clímax, y por último desenlace y recuperación de la armonía. Por ejemplo, en la película "El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo". La Comarca está en calma hasta la llegada de Gandalf y la entrega del anillo a Frodo. Esto provoca el inicio del viaje del héroe. 

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